La vuelta al mundo en ochenta días
Phileas Fogg es un adinerado caballero inglés que lleva una tranquila y solitaria vida en Londres. A pesar de su fortuna, Fogg vive modestamente y lleva a cabo sus hábitos y costumbres con una precisión matemática. Se sabe muy poco de su vida social aparte de que es miembro del Reform Club, donde pasa la mayor parte del día. Tras despedir a su sirviente por traerle el agua para afeitarse a una temperatura ligeramente más baja de lo ordenado, Fogg contrata al joven francés Jean Passepartout como sustituto.
La tarde del 2 de octubre de 1872, Fogg debate con sus compañeros en el Reform Club sobre un artículo publicado en el Daily Telegraph que afirma que, tras la apertura de una nueva vía de ferrocarril en la India, es posible dar la vuelta al mundo en solo 80 días. Fogg apuesta 20.000 libras, la mitad de su fortuna, con sus compañeros del club a que es capaz de viajar alrededor del mundo en ese tiempo. Acompañado por Passepartout, Fogg parte de Londres en tren a las 8:45 p. m. de ese mismo día; para ganar la apuesta, debe volver al Reform Club a la misma hora el 21 de diciembre, exactamente 80 días después. Fogg se lleva las 20.000 libras restantes de su fortuna para cubrir los gastos del viaje.
Fogg y Passepartout llegan a Suez a tiempo. Al desembarcar en Egipto, son vigilados por un policía de Scotland Yard, el detective Fix, enviado desde Londres en busca de un ladrón de bancos que ha robado 55.000 libras del Banco de Inglaterra. Al ver que Fogg coincide con la vaga descripción del ladrón que tiene Scotland Yard, Fix cree que Fogg es el hombre que está buscando. Como no puede recibir a tiempo la orden de arresto, Fix embarca en el mismo vapor (el Mongolia), siguiendo a Fogg y a Passepartout hasta Bombay